Archivo del blog

viernes, 9 de octubre de 2009

El falso paternalismo

“No fortalecisteis las débiles, ni curasteis la enferma; no vendasteis la perniquebrada, no volvisteis al redil la descarriada, ni buscasteis la perdida, sino que OS HABÉIS ENSEÑOREADO DE ELLAS CON DUREZA Y CON VIOLENCIA”
(Ezequiel 34)

“Y también tienes a los que retienen LA DOCTRINA DE LOS NICOLAÍTAS, LA QUE YO ABORREZCO.
Por tanto, arrepiéntete”
(Apocalipsis 2 : 15)

“Y no llaméis <<>> A NADIE en la Tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los Cielos”
(Mateo 23 : 9)

Amada Iglesia:

A mi hijo ingeniero, creyente y fiel servidor de Cristo, no le gustará que lo tome como ilustración de este mensaje, pero con su permiso y el de ustedes, recuerdo que en una ocasión de hace meses, él no estaba de acuerdo con un punto doctrinal expuesto en un mensaje nuestro, muy evidente bíblicamente según mi parecer, y al indagarle sus razones en la discusión, me hizo ver lo siguiente: <<>>

No se lo dije en ese momento, pero para mí fue impactante ese reclamo, pues hasta entonces no me daba cuenta de cómo él percibía mi actitud.

Era simplemente una cuestión de sutil actitud inconsciente, de no comunicarme de igual a igual, sino de comunicarme con él desde un estrado (mental) más alto, mirando hacia abajo al inferior, aunque amado hijo.

Fue impactante no tanto para nuestra relación familiar, sino porque descubrí que lo mismo sucede en la Iglesia entre muchos ministros y los cristianos corrientes o subordinados.

Inclusive en la sicología hay una escuela, “el análisis conciliatorio o transaccional”, basada en las tres diferentes personalidades o actitudes asumidas por todas las personas en su relación con las demás personas y con el mundo exterior, “el Padre, el Niño y el Adulto”.

Pero, el asunto no se reduce al mero aspecto sicológico de las relaciones, sino que es un asunto mucho más importante, de índole espiritual y de fidelidad a Dios, es decir, de idolatría.
Cuando nuestro Señor Jesucristo dijo:

“Y no llaméis <<>> a nadie en la Tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los Cielos”
(Mateo 23 : 9)

No se refirió simplemente a la expresión verbal o el título de “Padre” o “Papá” que muchos le dan a ciertos pastores o apóstoles y que estos reclaman para sí, o por lo menos no estorban ni impiden que así los idolatren, en clara desobediencia a la Palabra de Dios.

Se ha abusado y distorsionado en muchos casos de la idea y del término “Padre”, basándose en el término cariñoso con que Pablo llamaba a Timoteo y a sus otros discípulos en sus cartas, “mi hijo”, aunque no sabemos si Timoteo y los demás le llamaran “Papá” o “mi padre” a Pablo. La iglesia de Corinto, a pesar de ser fundada por Pablo, sus miembros no llamaban “Padre mío” o “Papá” a Pablo, por el contrario, en (2ª de Corintios) Pablo tuvo que defender su autoridad delante de ellos, sobre otros ministros.

Según esa falsa interpretación, muchos llaman y consideran “su padre” a quien le predicó el Evangelio cuando se convirtieron, o a quienes tienen hoy la responsabilidad de pastorearlos, desobedeciendo el mandato de nuestro Señor Jesucristo.

Otros no son llamados con la palabra “papá” o “padre”, como es común en la secta católica romana, pero se enseñorean de sus congregaciones y las mantienen cautivas con la manipulación del miedo o con la oferta de enriquecimiento material súbito.

No establecen una relación de igualdad ante Dios, de libertad, honestidad y respeto mutuo, de hermano sumiso a hermano con autoridad delegada, sino que establecen una relación de padre a hijo, de adulto a niños.

Es un paternalismo mal entendido y mal practicado. Porque el paternalismo sano es la similitud del cuidado de un padre por su familia, pero solamente una similitud, no un vínculo espiritual de Padre.

Estos ministros “padres” son dogmáticos en sus predicaciones o enseñanzas, imponiendo nuevas revelaciones o doctrinas que solo ellos poseen.

Es común escucharlos repetir en sus sermones: “Dígaselo con a quien está a su lado”, “repita conmigo”, “levántese”, “siéntese”, “de una media vueltica”, “un brinquito”, “repita”, “haga un pacto”, “siembre”, “yo te declaro y te profetizo” o “te ordeno”, etc.

Tal como nos trataban los ayos o los profesores del Kinder y la primaria.

“Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, ESTIMANDO CADA UNO A LOS DEMÁS COMO SUPERIORES A ÉL MISMO; no mirando cada uno por lo suyo propio”
(Filipenses 2 : 3)

Se declaran estos líderes como “el ungido” único o “el ángel de la iglesia”, al cual no podemos tocar, criticar o corregir, pero estas declaraciones son un abuso de la autoridad que Dios les ha dado como responsabilidad y servicio, pues TODOS los que hemos sido bautizados con el Espíritu Santo somos ungidos. Y la unción del Espíritu es una sola, es una mentira que haya “unción apostólica” o “unción de prosperidad”, etc., cosas que no están escritas en la Biblia.
“Os he escrito esto sobre los que os engañan.

Pero la unción que vosotros recibisteis de ÉL permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en ÉL”
(1 Juan 2 : 26)

LOS NICOLAÍTAS

Estos líderes “papás” prohíben explícita o sutilmente a sus seguidores que se alimenten directamente con la lectura de la Biblia, menospreciando o despreciando tal práctica y diciendo que es más importante orar y ayunar o danzar y por supuesto, obedecer las indicaciones del líder.

Esa es la doctrina de los NICOLAÍTAS de la cual nos previene el Señor Jesucristo:
“Pero tienes esto, que aborreces las obras de los NICOLAÍTAS, las cuales YO TAMBIÉN ABORREZCO”
(Apocalipsis 2 : 6)

Para entender la obra de los Nicolaítas, es necesario en primer lugar definir el origen de la palabra.

NICOLAÍTA proviene del griego NICO que significa dominio o conquista sobre otros y LAOS que significa pueblo, gente común, seglar o laico. De ahí podemos analizar la composición NICOLAOS que viene a ser algo así como LA SUPERIORIDAD Y EL DOMINIO SOBRE EL PUEBLO, DE UN CAUDILLO O DE UN GRUPO (EL CLERO).

La obra y doctrina de los Nicolaítas, consistió en jerarquizar a la iglesia, destruyendo el armazón horizontal, para levantar uno piramidal. Esa es la obra y doctrina que tanto aborrece El Señor.

Así nace la falsa división entre el clero (Nico) y el laicado (Laos). Una casta clerical con privilegios especiales.

Sobre este tema ya escribimos en Mayo 26/2008, el mensaje titulado "El nuevo Clero evangélico"

"Los que dicen: Estate en tu lugar, no te acerques a mí, porque soy más santo que tú; éstos son humo en mi furor, fuego que arde todo el día"
(Isaías 65 : 5)

Esa actitud de FALSO PATERNALISMO la vimos durante siglos en el catolicismo romano, que consideraba pecado leer la Biblia en el idioma materno, fuera del latín y sin la guía o filtro de un sacerdote.

También la vemos en muchas sectas, como los Testigos de Jehová y otras surgidas de los evangélicos, diciendo que los sermones de sus líderes, acertados o errados, son Palabra de Dios y que escuchándolos a ellos, no necesitan leer o estudiar la Biblia.

En sus iglesias no proporcionan estudios avanzados de la Biblia a los cristianos del común. ¿Para qué?, si según ellos, el cristianismo no es complicado, no hay que conocer mucha Biblia, solo basta orar, escuchar y obedecer al líder, que él piensa y decide por sus seguidores. Hasta deciden con quién deben casarse !!

Algunos aceptan proporcionar estudios bíblicos, pero no a toda la congregación, sino a un reducido número de colaboradores de confianza del líder !!!

Claro, un cristiano con amplio conocimiento bíblico, es una amenaza para ellos.
Pero, para el crecimiento espiritual, la Palabra de Dios nos manda no quedarnos solo con la fe del inicio o primer amor, sino añadirle:

“Vosotros también, PONIENDO TODA DILIGENCIA por esto mismo, AÑADID A VUESTRA FE virtud; a la virtud, CONOCIMIENTO; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor”
(2 Pedro 1 : 5)

El respeto y la fidelidad no solo deben ser de la oveja hacia el pastor, sino del pastor hacia la oveja.

Debemos tener cuidado para no caer en la idolatría a los líderes cautivadores, famosos y usados por Dios en numerosas obras. Como también los “grandes” ministros deben ver en el anónimo y necesitado hermano a un hijo del mismo Dios que no hace acepción de personas y juzga a todos por igual.

“Porque ¿quién te distingue? ¿O qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿POR QUÉ TE GLORÍAS como si no lo hubieras recibido?”
(1 Corintios 4 : 7)

“¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor.
Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios.
Así que NI EL QUE PLANTA ES ALGO, NI EL QUE RIEGA, SINO DIOS, QUE DA EL CRECIMIENTO”
(1 Corintios 3 : 5)

Los amo en Cristo, COMO HERMANOS Y ADULTOS EN LA FE.

Dios les bendiga o los continúe bendiciendo.
Vicente Mercado Santamaría.
Cristianos en Acción
Contendiendo ardientemente por la fe (Judas 3)
cristianos.en.accion.hoy@hotmail.com
Barranquilla, Colombia

1 comentario:

Jose luis Matamoros dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.

La apostasía: Metafísica en la Iglesia. ¿Quién copió a quién?

Ofrecemos esta serie de videos, del usuario de YouTube, eshoradeserreal.
Este blog es propiedad de Cristianos en Acción.
Escrito por Vicente Mercado Santamaría.

Editado por EDICI.