Benny Hinn y el Planeta Cielo

Amada Iglesia:

Anoche ví una enseñanza dada por Benny Hinn a un grupo de ministros o aspirantes al ministerio, en la parte donde describía el Cielo, habitación de los ángeles y del trono de Dios, al cual él llama "el tercer Cielo" o "el Paraíso", y el cual dijo que está ubicado en un planeta en el centro del Universo. Benny Hinn asegura que el primer cielo es la atmósfera y el segundo cielo es el espacio sideral. Mientras que ese tercer cielo, lugar del trono de Dios y habitación de los ángeles, sería un simple pero especial planeta sideral ubicado, como ya dijimos, en el centro del Universo, pero no nos dijo como supo su ubicación material (sí, material, pues para Hinn el Cielo es tan material como la mesa de su computador, amado hermano).

Dijo el predicador Hinn que el Cielo, donde también están según él, todos los que han fallecido siendo salvos, tiene ciudades, a semejanza de las ciudades de la tierra y además tiene flora (árboles) y fauna (animales), aunque no dijo haber visto el lugar, sino que lo deduce por algunos pasajes bíblicos. Decía además, que el Cielo no es un lugar etéreo o imaginario, sino real, es decir, que no es una habitación de nubes, sino muy "real", pues para Benny Hinn, "real" es sinónimo de "terrenal" o "material".

Pues bien, como esa enseñanza bennyhinneana coincidió sorprendentemente con otra que denunciamos en Diciembre 14/2007, me permito reenviarles el mensaje de aquella oportunidad:


EL PLANETA DEL CIELO
"Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?"
(Juan 3 : 12)

El muy respetado y estimado pastor, predicador consagrado y muy bien intencionado, decía también muy convencido que el Cielo no es un lugar espiritual cercano a nosotros o en medio de nosotros, sino que es un lugar físico y material, tangible como la Tierra, ubicado en un sitio a billones de kilómetros de nuestro planeta, más allá de las constelaciones conocidas o visibles.
Aunque no dio más detalles, tal vez se refería a un planeta gigante en algún lugar lejano del Universo.

Añadió además, que debido a ello, Dios puede darnos a los seres creados, ángeles y almas humanas, velocidades superiores a la velocidad de la luz, para poder llegar en segundos o minutos, desde la Tierra hasta ese sitio o lugar donde se encuentra el físico Cielo, habitación de los ángeles y lugar del trono de Dios.
Lo dijo con toda la seriedad y firmeza que denota un total convencimiento.
Lamentablemente esta enseñanza fue impartida desde una iglesia de mi ciudad por un medio de comunicación profusamente extendido.

Es una enseñanza muy parecida a la doctrina de los Mormones, quienes sostienen que los hombres cuando mueren llegan a ser dioses de otros planetas del Universo, tal como lo es Jesucristo, Dios del planeta tierra. Y como en tiempos anteriores lo fue Dios Padre Elohim, hombre que se convirtió en Dios y habita en un determinado planeta. El Cielo, de esta manera, consistiría en la vida divinizada en nuevos planetas, como lo sería el lugar donde actualmente habita Elohim. Todo muy físico y de una materia o cuerpo espiritual (limitado en dimensiones pero con poderes sobrenaturales).

Aunque parezca algo de ciencia ficción, esta doctrina es consecuencia de una interpretación literalista y materialista de la sagrada Escritura.

EL LITERALISMO-MATERIALISTA

"El Reino de Dios no vendrá con advertencia, ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros" (Lucas 17 : 20)

De esa interpretación literalista-materialista tenemos creencias tales como que el Infierno es un lugar físico y material, situado en inmensas cavernas o abismos, llenos de fuego, del centro del planeta Tierra.

Tanto lo creen, que circula por Internet la grabación de unos ruidos, tomada por la sonda de un taladro de perforación petrolífera, a varios kilómetros de profundidad en Siberia. Ruidos que aseguran ser los gritos y llantos de las almas condenadas en ese lugar de tormento en la profundidad debajo de la superficie o del centro de la tierra.

Personalmente pude escuchar la grabación y con un esfuerzo de la imaginación se logra asociar esos ruidos con lamentos humanos.

Pero, eso no es todo, el literalismo materialista asume, un antropomorfismo (figura y características humanas) para Dios. Algunos sustentadores de esa doctrina, como los predicadores norteamericanos de la super-fe, Kenneth Copeland, Benny Hinn y otros, le atribuyen hasta una estatura determinadamente humana a Dios y una silla muy tangible de trono celestial. No sabemos cómo compaginan esa doctrina con la Palabra de Dios, la cual dice:

"Mas ¿es verdad que Dios habitará con el hombre en la tierra? He aquí, los Cielos y los Cielos de los Cielos no te pueden contener; ¿cuánto menos esta casa que he edificado?" (2 Crónicas 6 : 18)
El literalismo materialista que profesan los "Testigos de Jehová", los lleva a creer que en el Cielo solo habitarán los 144.000 sellados y los demás salvados habitarán en esta Tierra material, previamente renovada. Los perdidos no existirán, pues serán aniquilados y desaparecerán, como tampoco existirá un lugar de tormento eterno, llamado Infierno o Lago de Fuego, este solamente sería el instrumento aniquilador.

Ellos tampoco creen en la existencia de las almas, independientemente del cuerpo material, creencia que es compartida por gran parte del judaísmo y otras religiones materialistas. Los judíos por eso esperan la venida de un Mesías que les proporcione un reinado universal sobre toda la Tierra presente. Curiosamente, algunos sectores cristianos también creen esto último, que viene a ser la filosofía del sionismo.

"Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y NO LAS PUEDE ENTENDER, PORQUE SE HAN DE DISCERNIR ESPIRITUALMENTE". (1 Corintios 2 : 14)

Pero, lo grave es que la contaminación en el cristianismo de una perspectiva literalista y materialista, produce graves distorsiones, como por ejemplo, el interpretar el Apocalipsis al pie de la letra y no como un libro de realidades espirituales que se muestran a través de símbolos y figuras materiales. He escuchado a predicadores hablar de un granizo que caerá como rocas de 50 kilos, lo mismo que creen en la aparición física de langostas con dientes de hierro y dragones, como en la conversión de ríos y mares en sangre literal. Hasta allá llega su materialismo y no pueden comprender que hay realidades espirituales que no se pueden describir literalmente sino con figuras materiales que también son sombras de lo espiritual que ojo humano no ha visto ni puede ver.

Por ese camino han sustituido la Jerusalén celestial y eterna, por la Jerusalén terrenal del Medio Oriente. Y al Israel espiritual de Dios, nosotros, la Iglesia de Cristo, por el Israel genético o racial. No pueden lograr la abstracción de las cosas espirituales y solo pueden ver lo material y perecedero. No es de extrañar que para los literalistas y materialistas, las bendiciones de Dios equivalen a saldos bancarios, edificios y números.

Seguramente también han tomado literalmente la canción cristiana que dice: "Más allá de las estrellas…..habita un Rey…"

Hasta aquí por hoy, amada Iglesia. Nuestro Señor Jesucristo vuelve pronto, no nos aferremos al tiempo presente y a las cosas materiales.

Dios les continúe bendiciendo.

Vicente Mercado Santamaría.
Cristianos en Acción
Contendiendo ardientemente por la fe (Judas 3)
cristianos.en.accion.hoy@hotmail.com

viramers@hotmail.com

Barranquilla, Colombia